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El aterrador apartamento 901 en edificio de Bogotá: cuidado donde timbras
Imagina ir a la casa de un vecino, timbrar y que algo espeluznante pase.
Por:En todos los edificios han ocurrido historias inexplicables, hechos aterradores, sucesos increíbles y momentos fuera de lo común que te ponen a pensar dos veces.
En un antiguo edificio de Bogotá, ubicado en Centro Internacional, Juana, una joven de 18 años, vivió una extraña situación que la dejó helada durante meses por lo aterrador que fue.
Sigue las noticias de La Mega en WhatsappUn 31 de octubre, en medio de la noche de Halloween, Juana y dos de sus amigas decidieron disfrazarse y pedir dulces en los apartamentos de los vecinos, con tal de reírse y disfrutar un poco de esta tradición infantil. Al bajar por las escaleras, la joven escuchó un extraño ruido que provenía de un apartamento del noveno piso, por lo que salió corriendo.
Al llegar a este piso, Juana les preguntó a sus amigas si escuchaban los gritos de una mujer, a lo que ellas respondieron de forma negativa. Al quedarse calladas, las tres adolescentes lograron oír un misterioso sonido que provenía del apartamento 901.
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Al timbrar en la puerta, Juana no escuchó nada e intentó golpear para que alguien se acercara a la entrada. Para su sorpresa, algo al interior de la vivienda caminó hacia ella y devolvió los golpes en la puerta de una forma lenta y suave.
Una de las amigas de la joven golpeó dos veces y la supuesta persona respondió con tres toques desde el otro lado de la puerta. Al no abrir, las jóvenes bajaron a la portería y le comentaron lo ocurrido al guardia de seguridad, quien las miró con sorpresa.
El hombre, que llevaba casi 30 años trabajando en el edificio, les comentó a Juana y las dos chicas que esto no era posible, ya que en ese apartamento no había nadie desde hace más de seis años. Las tres afirmaron que estaban seguras que había alguien ahí, por lo que el sujeto les mostró las cámaras donde se aprecia que nadie estaba en el lugar.
Al regresar a su casa, Juana se desmaquillo, se cambió y se recostó para tratar de dormir. En medio de la noche, la puerta de su habitación sonó con tres golpes desde afuera, por lo que se levantó a mirar y no había nadie.
Cuando se volvió a acostar, la puerta solo de nuevo y escuchó su nombre desde el pasillo. La joven decidió bajar de nuevo al noveno piso y se dio cuenta que había una sombra de pie tras la puerta, por lo que tocó para que le abrieran.
Esta entidad la llamó por su nombre y golpeó tres veces, dejando fría a Juana.